1987: en una época de transición en el trono de los grandes grupos de rock, cinco desarrapados tambalearon los cimientos de la industria musical al firmar el estreno discográfico más aclamado de la historia, continuado con un periplo breve pero intenso por la senda del más puro sex, drugs & rock n' roll.
Portada definitiva del LP Appetite for destruction (Geffen, 1987) |
A lo largo de la historia de la música han existido momentos en los que determinadas ciudades o regiones han servido de caldo de cultivo para el desarrollo de algún tipo de sonido o estilo musical en particular. Como ejemplos tenemos la aparición del Trash Metal en el Bay Area de San Francisco en los primerizos 80 -con bandas emblemáticas como Metallica, Slayer, Megadeth, Exodus o Testament-, el nacimiento del grunge en el Seattle de los 90 -con Nirvana, Soundgarden, Pearl Jam o Alice in Chains como exponentes- o el conocido sonido Bristol, que alumbró un nuevo estilo denominado Trip-Hop, comandado por Massive Attack y Portishead. En los años 80 la corriente musical dominante era el Hard Rock -conocido también como Glam Rock o Hair Metal- y el Sunset Boulevard de Los Ángeles era su cuna. En la conocida avenida californiana nacieron grupos -Mötley Crue, Quiet Riot, W.A.S.P., Warrant y Ratt- que popularizaron el estilo y le dieron sus señas estéticas características: pelos cardados, uso de maquillaje, ambigüedad sexual, ropa de cuero ajustada... La influencia del movimiento musical angelino alcanzó a todo Estados Unidos llegando a promover la aparición de grupos similares en la costa Este -Twisted Sister en Nueva York, Poison en Pennsylvania y Bon Jovi en Nueva Jersey- y convirtiendo California en el lugar adonde ir para cualquier prometedora estrella en ciernes.
En esta coyuntura se conocieron cinco jóvenes que habían acudido al centro neurálgico que suponía Los Ángeles, movidos por diferentes circunstancias y cuyo nexo común era su pasión por la música. Así, los amigos William Bailey y Jeffrey Isbell -conocidos como Axl Rose e Izzy Stradlin respectivamente- partieron desde Lafayette, Indiana; Saul 'Slash' Hudson dejó atrás su Inglaterra natal; Michael Andrew 'Duff' McKagan emigró desde Seattle; y Steven Adler hizo lo propio desde Cleveland, Ohio. Su variopinto origen no les impidió formar parte de varios grupos que fueron el germen de lo que sería Guns N' Roses.
La carrera inicial del grupo fue un auténtico carrusel de drogas y alcohol, unos años en los que vivían al borde de la mendicidad en el mismo local donde ensayaban. El talento, las peculiares vivencias reflejadas en sus canciones y el potente directo que llevaron a casi la totalidad de los numerosos locales del Sunset, hicieron de los Guns la referencia en el panorama rock angelino. Mucho antes de lanzar cualquier trabajo discográfico ya eran conocidos en toda la ciudad y venerados por legiones de fans. Tras dar calabazas a numerosos managers interesados en ellos y tras la huida de muchos otros debido al salvaje estilo de vida de los miembros de la banda -una espiral de heroína regada por abundante alcohol-, David Geffen logró encauzar el enorme potencial de la banda y, con la producción de Mike Clink, grabaron el álbum debut más vendido de la historia: Appetite for destruction.
Portada original censurada |
El riff introductorio de Welcome to the jungle da paso a toda una amalgama de puro rock en la que se representa la bienvenida que ofrece Los Ángeles, auténtica jungla de asfalto, a los jóvenes recién llegados atraídos por las promesas de éxito. "You know where you are? You're in the jungle, baby! you gonna die!!" Las palabras de un mendigo ilustran el camino recorrido por los miembros de la banda hasta la jungla en la que lucharon hasta alcanzar el estrellato. Considerada la mejor canción de hard rock y la segunda mejor de heavy metal por la cadena VH1, Welcome to the jungle es un tema imprescindible para comprender el rock moderno. Pero si Welcome llegó a alcanzar al gran público, Sweet child o'mine fue el auténtico hit del disco, una balada cuyo riff inicial salió de un ejercicio para afinar de Slash que fascinó a Axl y en torno al cual escribió la letra para su futura esposa Erin Everly. Versionada hasta la saciedad por numerosos grupos y solistas, Sweet child o'mine ha sido nombrada como una de las mejores piezas de guitarra por diversos medios especializados. El tercer single del disco fue Paradise city, que ponía el contrapunto a la ciudad infernal presentada en Welcome to the jungle, donde Axl exclama: "Take me down to the paradise city where the grass is green and the girls are pretty". La ciudad paraíso se convirtió en emblema de la banda al cerrar prácticamente la totalidad de sus conciertos con su desenfrenado riff final.
Pero Appetite es algo más que sus singles, el disco esconde auténticas joyas de temática variada aunque menos conocidas para el gran público. En Nightrain -con el sonido de cencerro que caracterizaba el estilo de Steven Adler-, hacen un homenaje al vino más barato que podían conseguir en L.A., y en Mr. Brownstone, a la heroína que consumían cuando eran poco más que mendigos drogadictos. My Michelle, inspirada en la agitada vida familiar de una amiga del grupo; Think about you, con un estribillo marcado por un genial arpegio de guitarra acústica; y Rocket queen, corte que cierra el disco y en el que se escuchan gemidos reales emitidos por la entonces novia de Axl en una sesión de sexo grabada en el estudio, comparten temática amorosa aunque vista desde perspectivas bien distintas.
Contraportada del Appetite |
- Un par de temas para escuchar: Think about you, para mí el tema más infravalorado del disco y con un significado personal enorme.
- Unas películas para ver durante esta semana: La lista negra (Buddy Van Horn, 1988), película de la saga Harry el sucio; y Terminator II (James Cameron, 1991), en las cuales Guns N' Roses pusieron parte de la banda sonora.
- Unos títulos para leer sobre el tema: Slash (Anthony Bozza), autobiografía del genial guitarrista.
"Menem, el presidente de Argentina, nos trató como forajidos y delicuentes. Y tenía toda la razón", Slash.